martes, 27 de octubre de 2015

Sobre la Novela: El Lugar Sin Limites


El lugar sin límites: El oscuro escondite de José Donoso

Esta novela nos presenta a la Manuela, un travesti que vive junto a su hija, la Japonesita, en el prostíbulo de un pequeño pueblo llamado El Olivo.

El lugar sin límites es publicada por José Donoso en 1966 bajo circunstancias bastante particulares; es escrita durante la estadía del escritor en México, nada menos que en la casa de Carlos Fuentes, autor mexicano insigne del Boom Latinamericano y muy amigo de Donoso. Mientras escribía lo que creía sería una parte de El obsceno pájaro de la noche, surge la Manuela, que se convertirá en protagonista de El lugar sin límites.

La Manuela es un travesti, que vive junto a su hija la Japonesita en el prostíbulo que es propiedad de ambas, ubicado en el pequeño pueblo de El Olivo, cercano a Talca. Este burdel es administrado por la Japonesita, que sueña con el día en que llegue la luz eléctrica al pueblo, para así comprar un wurlitzer para el prostíbulo. 

La narración comienza un domingo, que puede ser un domingo cualquiera en el que la Manuela espera a Pancho Vega, un joven hombre que llega al pueblo a saldar una deuda con don Alejo, el oligarca del pueblo cuya codicia es ser el dueño del pueblo entero.

La novela se sitúa temporalmente en la vendimia, mostrando el lado oscuro de la fiesta del vino; los hombres borrachos, el patrón de fundo con poder y las prostitutas tristes y viejas.

Mientras la Manuela se arregla y espera a Pancho Vega, recuerda su trato con la Japonesa y cómo ella lo convence de tener un romance para pagar una apuesta con don Alejo, quien le regalaría la casa donde se encuentra el prostíbulo si ella es capaz de involucrarse amorosamente con la Manuela, convirtiéndose así, la Manuela y la Japonesa en socias (y dueñas) del burdel y padres de la Japonesita.


Donoso presenta en esta novela el poder y codicia de la oligarquía a través del personaje de don Alejo, hombre influyente que llega a ser senador y que cultiva falsas promesas para el pueblo, como el paso de la carretera o la llegada de la electricidad, ambos hechos nunca ocurren, haciendo que El Olivo se hunda aunque la Japonesita no pierde las esperanzas. En el otro extremo se encuentra Pancho Vega, quien se crió en la casa de don Alejo, quien representa una burguesía empoderada que ya no depende de otros como don Alejo.


Esta novela presenta una realidad antes escondida; es la primera vez que se trabaja con un personaje de las características de la Manuela, tal como lo hace Severo Sarduy en su novela¿De dónde son los cantantes? al año siguiente de la publicación de El lugar sin límites.

Donoso presenta extremos y también lugares en que estos opuestos convergen, haciendo compatibilizar diversos personajes y situaciones en un universo único que está ubicado en el lugar sin límites.


Fuente: http://www.guioteca.com/literatura-contemporanea/el-lugar-sin-limites-el-oscuro-escondite-de-jose-donoso/

Camila H. Castro - Sofía Sepúlveda.

¿Homosexualidad?



La “confirmación” de la homosexualidad de José Donoso fue un festín para los medios; críticos y académicos por igual confirmaron a su vez que Donoso hizo bien en guardar su intimidad para sí. De inmediato se propuso la relectura de sus obras desde una perspectiva homosexual, principalmente aquellas dos que más se prestaban para ello: El lugar sin límites y El obsceno pájaro de la noche. De un momento a otro José Donoso dejó de ser un escritor latinoamericano para convertirse en un escritor de literatura gay. En lo personal, nunca he podido deslindar a los autores de sus obras, soy de esos malos hijos de la licenciatura en Letras que se niegan a ser lectores estructuralistas. Mi acercamiento a cualquier obra literaria siempre ha tomado en cuenta su contexto general y sus condiciones particulares, porque para mí la literatura no puede separarse de la tradición en la que está inserta. Sin embargo, una obra literaria dialoga con todas las obras que le precedieron, y también con las futuras; dialoga con la Historia Universal, así con mayúsculas, y también con la historia particular de su autor, con sus lecturas, sus experiencias y sus angustias, no solamente con sus inclinaciones sexuales. La clasificación de la literatura por género o preferencias sexuales siempre será una mutilación lamentable.


Fuente: http://revistareplicante.com/la-tragedia-de-los-donoso/



Camila H. Castro - Sofía Sepúlveda.

José Donoso - El escritor

Desde sus inicios como escritor, José Donoso mostró claridad respecto a su proyecto literario: su obra se convertiría en el soporte de su propia biografía y él mismo no podría vivir fuera de ella. Así, cuando afirmó que su "diario de vida comienza en 1958", puso de manifiesto las coordenadas de toda su creación. Cada libro publicado, entonces, tendría que ser leído como un fragmento de su memoria.
Mostró inclinación por la literatura desde muy joven y sus incursiones iniciales en la escritura fueron como cuentista. En 1950 publicó su primer relato, "The Blue Woman", el que dio a conocer en Estados Unidos, mientras cursaba un Magíster en Literatura Inglesa en la Universidad de Princeton.

Su consolidación como autor fue con su primer volumen de relatos: Veraneo y otros cuentos, en 1955. Aunque fue con la publicación de la novela Coronación (1957) que la orientación autobiográfica de sus novelas se hizo evidente.
Tras la aparición de su primera novela, José Donoso ya imbuido en la vocación de escritor buscó otros territorios donde desarrollar su creatividad. Se dedicó a traducir obras de autores extranjeros y, luego, en 1960 se incorporó al equipo de la revista Ercilla, donde permaneció como columnista semanal hasta 1965. Ese año fue invitado al Writer's Workshop de la Universidad de Iowa en calidad de Lector Visitante. Permaneció por tres años, nutriéndose de la cultura norteamericana y conociendo a importantes escritores extranjeros. Durante esos años, tuvo que cumplir con compromisos editoriales y publicó en 1966 Este domingo y El lugar sin límites, novela que escribió en México durante su estada en la casa de Carlos Fuentes.
Su nombre ya consolidado en los circuitos literarios internacionales, pasó a formar parte de la nueva generación de narradores latinoamericanos, los que bautizados como la Generación del Boom, alcanzaron reconocimiento mundial.
El año 1967 significó un nuevo avance en su trayectoria literaria. En busca de nuevos horizontes, se trasladó a Europa, donde vivió por más de diez años. Esta época fue muy significativa para su obra, la que aumentó considerablemente gracias al apoyo editorial español. Allí, terminó de escribir El obsceno pájaro de la noche, publicó Historia personal del "Boom" (1972), Tres novelitas burguesas (1973), Casa de campo(1978) y La misteriosa desaparición de la marquesita de Loria (1980). Además, fue distinguido con importantes premios de la cultura y su obra logró tener una difusión tanto en español como en otros idiomas.


Regresó a Chile en 1981 y publicó El jardín de al lado, novela donde aparece representado su deseo por volver al país. También, lanzó su única obra poética, la que tituló Poemas de un novelista (1981).
Los años siguientes fueron de mucha actividad. Pasó su tiempo entre Chile, viajes a Europa y a Estados Unidos, cumpliendo con invitaciones a congresos y asistiendo a homenajes. Para escribir siempre buscó un refugio. Así en 1985 se trasladó a Chiloé para escribir La desesperanza. Participó, además, de proyectos de teatro y cine inspirados en sus novelas y cuentos. En 1990, recibió el Premio Nacional de Literatura.

José Donoso, trabajó incansablemente hasta el final de sus días. A partir de 1990 escribió cinco novelas voluminosas y nunca paró de escribir, dejando incluso muchos proyectos literarios sin terminar, corroborando así su certera afirmación: "Yo no sé vivir fuera de la literatura".

Fuente: http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3477.html


Sofía Sepúlveda - Camila H. Castro

jueves, 15 de octubre de 2015

Diamela Eltit: quiebre en el paradigma y el como enseñar "al otro" (hombre)



Esquema de la admiratio es común: el varón va hacia la dama, toma la iniciativa explícita, canta a su musa. En El cuarto mundo (1988) Diamela Eltit intenta romper este esquema. Obviamente no con un propósito meramente frívolo, sino con uno comprometido en disputar el objetivo (la objetividad) al poder del varón; es decir, a cuestionar la concepción del mundo que refleja el tradicional arte de amar. Discurso nuevo el de Eltit que adopta -para luego subvertirlo- el típico locus de enunciación asignado a la mujer en una sociedad patriarcal:
"es al interior de la familia en la que la mujer opera como oralidad, como murmullo para transmitir la ley institucional en un procedimiento ritual y ritualizante de roles y donde es posible vislumbrar el modo concreto en que la cultura administra los cuerpos y los roles de los cuerpos, con la misma elocuencia que propicia otras formas de circulación" (Eltit 1990: 2).
 Manual sentimental, entonces, que posee una taxonomía y un lenguaje con el cual se seduce y educa "al otro" (en este caso el varón), pero que también carga de "perversidad" la propia novela. Lenguaje sensorial, corporal, emotivo, que sigue sus propios instintos y tiene en la poesía su arma mejor: "Por primera vez debíamos hablar en forma clara y solamente emocional" (1988: 69)

El cuarto mundo se plantea como la historia de dos clases de parejas que ilustran, probablemente, el desenvolvimiento de todas las demás. El pasaje clave -justo al final de la primera parte- es aquel de las consecuencias que tiene el adulterio en la madre de los mellizos; allí esta mujer en soledad -lejos de la comprensión del marido y de la presencia del amante- es asistida por el mito y se le invita a percatarse (como Edipo) de una profunda verdad:

"Se creyó acompañada por la voz desgarradora y atómica de una mujer negra que le abría las piernas para llevarla al final, en un himno marginal y solemne […] Entendió que el placer era una combinatoria de afinidad de desperdicios y excedentes evacuados por el desamparo del mundo; entonces, pudo honrar a los desposeídos de la tierra, gestantes del vicio, culpables del crimen, actuantes de la lujuria" (1988: 77-8).



Entrevista a Diamela Eltit  http://www.letrasdechile.cl/Joomla/index.php/entrevistas/222-222


Camila H. Castro - Sofía A. Sepúlveda